Poema dedicado a mis hijos para que ahora no lo entiendan
POEMA GRITO DE MADRE SOBRE FONDO DE PASILLO
¡Venid aquí!
¡Lucía y Luis!
¡Luis y Lucía!
Es el grito cavernoso,
el epíteto de pasillo
que las paredes de la casa
repiten de memoria.
Pero deciros “Venid aquí”
no es solo imperativo del
presente
es también una forma de
pacto
con vuestro futuro
imperfecto.
“Venid aquí”
(no en el
sentido del grito,
sino en el de vuestros tropiezos
necesarios)
también quiere decir
“Venid
a mí”,
cuando las cosas se
tuerzan,
cuando la vida os pida
cuentas
de los platos y corazones rotos.
Allí estaré,
esperando,
en el mismo pasillo
estrecho
con los mismos versos
abiertos.
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